Marca Guayabal:

En Guayabal de Síquima, el alma del turismo no se mide en cifras: se siente en las personas, en la tierra, en nuestras raíces.
Aquí, en Guayabal de Síquima, creemos que el verdadero valor está en la comunidad, en el poder de la unión, en las historias que brotan entre montañas, cultivos, tasas de café y sonrisas sinceras.
Este proyecto de Marca Guayabal no es solo una iniciativa. Es una invitación a volver a mirarnos como comunidad, a reconocernos como anfitriones de un territorio lleno de magia, naturaleza, tradición y oportunidades. Es el momento de darle voz a quienes han cuidado este suelo por generaciones y abrir la puerta a un turismo que nace desde lo local, desde lo justo, desde lo humano.
Desde Marca Guayabal, queremos construir un modelo de turismo donde los miembros de este proceso —anfitriones, campesinos, emprendedores, jóvenes y mayores— sean protagonistas de una nueva forma de mostrar nuestro pueblo al mundo: con orgullo, con identidad y con propósito.
Porque el futuro del turismo empieza aquí, en comunidad. En Marca Guayabal.

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Guayabal de Síquima, en el actual departamento de Cundinamarca, Colombia, fue históricamente territorio del pueblo panche, una etnia indígena reconocida por su feroz resistencia ante la conquista española. Este territorio estuvo dominado por el cacique Síquima —cuyo nombre, que significa “vuestro arroyo”, designa tanto al río local como al linaje guerrero que lideró—, quien junto a aliados como Bituima organizó ejércitos para enfrentar a los invasores con estrategias militares sofisticadas, como el uso de venenos en flechas, espionaje y alianzas intertribales. Los panches, culturalmente identificados por prácticas como la deformación craneal y una estructura social basada en méritos bélicos más que en dinastías, se caracterizaron por su independencia política y su rechazo a toda forma de sometimiento, como evidenció la respuesta del emisario de Síquima al conquistador Hernán Venegas en el siglo XVI: “…no convenía en sujetarse a ningún rey“18. Aunque finalmente sometidos tras campañas brutales que incluyeron el incendio de sus aldeas y cultivos, su legado perdura en la toponimia, la memoria local y la identidad de Guayabal de Síquima, donde el nombre del cacique y su pueblo resistente aún definen el paisaje cultura.

Siglo XV

Nuestra historia​

guayabal de síquima – cundinamarca

Guayabal de Síquima

deportes en la naturaleza

nuestra riqueza natural y cultural

Flora

La flora de Guayabal de Síquima se caracteriza por bosques, cultivos y huertas con árboles frutales como guayaba, naranja y plátano. En las zonas montañosas predominan especies nativas, helechos y musgos que enriquecen el paisaje. Esta diversidad vegetal sostiene la fauna local y protege las fuentes hídricas del municipio.

Fauna

La fauna de Guayabal de Síquima incluye aves como mirlas, azulejos y gavilanes, además de mamíferos como armadillos, zorros y conejos silvestres. En sus ríos y quebradas habitan peces y anfibios que reflejan la buena calidad del agua. Esta riqueza faunística aporta equilibrio ecológico y realza el valor natural del territorio.

Arte Rupestre

Asociadas a antiguos pueblos indígenas . Estas pinturas y grabados, realizados en rocas y abrigos naturales, representan figuras geométricas, símbolos y formas humanas o animales. El arte rupestre es un testimonio histórico que refleja la cosmovisión, creencias y formas de comunicación de las comunidades prehispánicas.

“Llegué a Guayabal de Síquima en una mañana brumosa, sin más expectativa que escapar del ruido de Bogotá. ¡Qué sorpresa! Este pueblo, escondido entre montañas de Cundinamarca, es un lienzo verde donde la naturaleza es protagonista. Aquí, el tiempo se mide en pasos de senderismo, aromas de café recién tostado y susurros de ríos.”

Isabel Hernández